Elaborada en hierro y pintada color cobre, está bella escultura destaca por su bella representación de Perseo y aunque posee evidentes señales de desgaste tiene un aspecto vintage maravilloso.
Perseo era mitad dios y mitad hombre. Su padre era el dios Zeus y su madre, Dánae, una mortal de la ciudad de Argos, era una mujer muy hermosa, tanto que un malvado rey, Polidectes, quedó impresionado con su belleza y quiso casarse con ella.
Sin embargo, la mujer encontró a aquel rey era malvado y cruel y rechazó su oferta. El rey enfureció ante este rechazo y quiso secuestrarla para obligarla a estar con él.
El joven Perseo, al enterarse, acudió ante él y le pidió que no lo hiciera, a cambio haría lo que el mandara .
Aquel rey, con mala intención, se burló de él y le pidió algo que parecía imposible:
- ¿Quieres que libere a tu madre? Si así lo quieres, tendrás que traerme la cabeza de Medusa.
Perseo quedó impactado. Medusa era una de las peores, en lugar de cabello, tenía serpientes y, con tan solo mirarla, los hombres quedaban convertidos en piedra.
- He prometido hacer lo que mandaras, así lo haré y partiré para matar a Medusa, dijo Perseo encaminándose hacia su destino.
El joven Perseo pensó que tenía pocas posibilidades pero, los dioses que observaban desde el Olimpo, quisieron darle una oportunidad a tan valiente guerrero. Le dieron una espada muy afilada y un escudo brillante como la plata y en el que se podía uno reflejar como en un espejo.
Sigiloso, entró en la habitación donde Medusa dormía, levantó su brillante escudo y usó el reflejo de éste para poder ver donde estaba la gorgona sin mirarla directamente a los ojos. Y así, usando su espada, pudo cortarle la cabeza a Medusa y la metió en su bolso para llevarla a Polidectes.
El joven Perseo, regresó para salvar a su madre, Dánae, se presentó ante Polidectes y sacó la cabeza de Medusa ante el rey y toda su corte que quedó en aquel mismo momento, convertidos en piedra. Y así fue cómo salvó a su madre para después entregar la cabeza de medusa a la diosa Atenea, quien la pondría en su escudo.
Dimensiones: 22,5 cm de alto.